LOS CRONISTAS OFICIALES DE LA PROVINCIA DE
JAÉN
Manuel López Pérez
Cronista Oficial de Los Villares.
Creemos
útil y conveniente, que en nuestra revista se reserve un espacio para ir
presentando la figura de otros cronistas, antecesores nuestros, que llenaron
una época pero que el tiempo, que todo lo borra y aniebla, ha conseguido que
estén ya solo presentes en el recuerdo.
En
esta sección, que responderá al título genérico de “Cronistas en el recuerdo”,
iremos ofreciendo breves bosquejos de la vida y obra de antiguos cronistas, con
el deseo de recuperar su memoria y si es posible, de sugerir que otros
cronistas de ahora nos den a conocer, con el debido detalle, quienes fueron y
que huella dejaron.
Y
para iniciar nuestro propósito, que mejor que presentar la semblanza de quienes
hasta la fecha han ostentado el cargo de Cronista Oficial de la Provincia de
Jaén.
* * * *
- ANTONIO
ALMENDROS AGUILAR.
Cronista Oficial de la Provincia.
1896-1904.
La del poeta
don Antonio Almendros Aguilar, nacido en Jódar el 25 de mayo de 1825, aunque
enraizado en la capital desde sus años primeros, es sin duda la personalidad
más relevante de la vida cultural del Jaén del siglo XIX.
Poeta de
fecunda obra, colaborador asiduo de cuantos periódicos y revistas se editaron
en su tiempo y miembro activo y en ocasiones directivo de todo tiempo de
entidades, corporaciones e iniciativas culturales gozó de una constante
popularidad que le granjeó amistades y le rodeó de generales respetos. La
avanzada edad que alcanzó e incluso el aspecto físico de su postrera etapa
vital, unida a su consideración de “último romántico”, le rodearon de un aura
de respetabilidad que él mismo se encargó de mantener y potenciar.
Aunque su obra
y su dedicación habitual fue más proclive a la Literatura que a la Historia y
en su bio-bibliografía no menudean los trabajos de investigación, en alguna que
otra ocasión escribió sobre temas históricos o artísticos o intervino en
debates que con ellos tuvieran ligazón. Incluso hay momentos en que se
evidencian en él buenas disposiciones para la crónica. Quizás una de sus
primeras asomadas al oficio del cronista fue cuando el Ayuntamiento de Jaén le
designó para escribir la crónica del viaje que la Corte de Dª Isabel II realizó
a la provincia de Jaén en octubre de 1862.
Quizás en consideración
a todo ello, es por lo que en 5 de noviembre de 1896, se presentó a la
Diputación Provincial una proposición suscrita por diez diputados provinciales
sugiriendo el nombramiento de don Antonio Almendros Aguilar para el cargo de Cronista Oficial de la Provincia, hasta
entonces inexistente.
La propuesta,
considerada “de urgencia”, fue defendida y razonada por don Rafael del Nido
Segalerva y aprobada por unanimidad, encontrando amplios ecos y general aplauso
en la opinión pública.
Poco después,
el 1 de abril de 1897, volvió a presentarse otra proposición firmada por cinco diputados, encabezados
también por don Rafael del Nido, sugiriendo la conveniencia de que el cargo de
Cronista se remunerase con un sueldo anual de tres mil pesetas.
Esta proposición
sugiere la hipótesis, ya apuntada por algunos estudiosos, de que la creación
del cargo de Cronista Oficial de la
Provincia y su anexión a la venerable figura del poeta Almendros Aguilar,
que a la sazón había sobrepasado los setenta años –edad muy avanzada para la
media de su tiempo- y se encontraba delicado de salud y en precaria situación
económica, respondió al afectivo deseo de algunos de sus influyentes amigos, de
asegurarle una renta que le permitiera vivir sus últimos días libre de
preocupaciones pecuniarias, pues sabido es que el poeta con su despreocupación
y liberalidad y su casi exclusiva dedicación a la cultura local, había
dilapidado su patrimonio, pese a que en los buenos tiempos gozó de una saneada
posición.
Estudiado el
tema por la Comisión de Hacienda, se consideró una remuneración excesiva e
inadecuada, proponiéndose que como Cronista quedara adjunto a la Secretaría de
la Corporación Provincial, asignándole un sueldo anual de mil quinientas
pesetas –algo más de lo que ganaba un escribiente de la Diputación- aunque con
el aditamento o gratificación de que “…por
cuenta de la Diputación se haga una extensa tirada de la Crónica que escriba y
que la Diputación adquiera, además, el mayor número de ejemplares de esta
Crónica, dejando al autor la propiedad y venta de la obra…”.
No conocemos
cuales fueron los frutos que don Antonio produjo en el ejercicio del cargo.
Pero hay elementos suficientes para entender que fue un cronista más honorífico
que efectivo. Nombrado a fines de 1896, ya en edad avanzada y con la salud
quebrantada, a su fallecimiento en 13 de mayo de 1904 poco había podido hacer.
Por referencias en algunas instancias elevadas por su familia a la Diputación,
parece ser que dejó escrito un “Compendio
de la Crónica de la Provincia de Jaén”. Que por otras referencias recogidas
por don Manuel Caballero Venzalá debió ofrecer este sumario:
I.
Preliminares.
II. Primeros pobladores. III. Otras razas pobladoras. IV. Territorio. V.
Geografía primitiva. VI. Ciudades primitivas: Auringis (Jaén). VII. Jaén.
Reseña histórica.
Este Compendio fue entregado a la Diputación
por su familia en 1907, acordándose hacer en la Imprenta Provincial una edición
de tan solo cien ejemplares, que al final debió quedar en suspenso, pues no se
conoce ningún ejemplar, como tampoco los originales han llegado a conocimiento
de ninguno de los estudiosos de la vida
y obra del poeta.
Podemos pues
concluir, que la labor de don Antonio Almendros Aguilar como Cronista Oficial de la Provincia de Jaén, no
pasó de tener la consideración de un afectivo reconocimiento a su dilatada
trayectoria literaria aparte de ser un discreto pretexto de sus amigos para
justificarle un modesto sueldo que le permitiera vivir sus postrimerías sin
preocupaciones ni agobios.
Cronista Oficial de la Provincia.
1904-1930.
Fallecido
Almendros Aguilar el 13 de mayo de 1904, tan solo siete días más tarde, el día
20 y tras la consabida declaración “de urgencia”, la Corporación Provincial
tomó el acuerdo de designar a don Alfredo Cazabán Laguna para ocupar la vacante
de Cronista Oficial de la Provincia de
Jaén, aunque solo con carácter honorífico y por tanto “sin sueldo”, si bien
se le libraría anualmente una gratificación de quinientas pesetas para atender
a los gastos que le ocasionaran sus investigaciones.
Parece ser que
la urgencia en el nombramiento obedecía a que en la Diputación se tuvo noticia
de la pretensión – hecha efectiva en instancia fechada el día siguiente- de don
José Almendros Camps (1865-1912), hijo del poeta, de recabar para sí el
nombramiento, alegando su filial vinculación con el Cronista y la ineludible
circunstancia de ser el depositario de los apuntes y notas que Almendros
Aguilar había recopilado para redactar la Crónica.
La designación
de Cazabán para el cargo era en cierta manera lógica y estaban bien fundada.
Alfredo
Cazabán Laguna, nacido en Úbeda el 13 de abril de 1870, se había avecindado en
la capital, en unión de su madre, en octubre de 1888 para trabajar en un
modesto empleo en la casa de banca del Sr. Montilla. Ya había publicado su
primer libro “Apuntes para la historia de
Úbeda” Pronto, en septiembre de 1889, consigue un puesto como auxiliar
administrativo en la Delegación de Hacienda. Su titulación como Maestro
Superior y Bachiller en Artes, su clara vocación para las letras y su tesón y
laboriosidad ya le están granjeando no pocas simpatías, que han de acrecentarse
al extremo de que en 9 de septiembre de 1891 ingresa como funcionario en la
Diputación Provincial, ocupando una plaza de auxiliar de Contaduría. También empieza
a colaborar en el periódico El Industrial
y a enviar colaboraciones a otros
muchos periódicos, e incluso a la prensa madrileña.
Para entonces,
ya ha manifestado su vocación investigadora que da como resultado la publicación
de numerosos artículos sobre temas de historia provincial, que en 1892 recogerá
en un libro titulado “Cosas de Antaño.
Curiosidades históricas de Jaén y su provincia”.
Su firma ya
tiene cierto prestigio y en consecuencia se le requiere para la redacción de
los periódicos más influyentes de la capital. En 1893 publica la obra “El reino de Jaén y San Fernando”; en 1897 ve la luz “Política vieja”. Del mismo año son sus “Notas e ilustraciones a la descripción de
la Batalla de Bailén” y a comienzos
de 1904 aparece su meritorio trabajo
“Jaén como base de la conquista de Granada” que dedica a la Diputación,
donde se le agradece con la mención expresa de que “…le sirva de mérito para su carrera en la Corporación…”.
A la altura de
1904, ya ha obtenido numerosos galardones literarios, es miembro activo de
muchas corporaciones y sociedades culturales, se le reconoce como buen orador y
excelente periodista… Y todo ello le granjea simpatías y amistades entre las
clases dirigentes.
Era, pues,
lógico que la Diputación Provincial se fijase en su diligente funcionario para
ocupar, por méritos propios, la plaza de Cronista
Oficial de la Provincia, máxime cuando tras la experiencia anterior hubo
diputados, como don Bernardo Villar, que entendían desde su enojo, que debía
suprimirse el cargo “…puesto que desde
que se creó hasta la fecha no se ha escrito ni una cuartilla de la Crónica
Provincial…”.
La labor de
don Alfredo Cazabán como Cronista, no es preciso reseñarla pues de sobra es
conocida y sobre todo ahí queda como testimonio irrefutable de cuanto hizo su
renombrada revista “DON LOPE DE SOSA”,
a la que subtituló, muy acertadamente, Crónica
Mensual de la Provincia de Jaén y cuya colección que comprende los años de
1913 a 1930, se hace imprescindible para cualquier investigador local.
Por otra
parte, la diligencia con la que asumió otros nombramientos, como los de
académico correspondiente, miembro rector de la Comisión Provincial de
Monumentos, organizador y director del Museo Provincial, Comisario Regio de
Turismo, etc, etc y su incesante producción bibliográfica fue tan notoria, que en
el año de 1922 la Diputación Provincial tomó el acuerdo de liberarle de
cualquier tarea obligada por su condición de funcionario, justificando
plenamente su sueldo con la dedicación íntegra al servicio de la Crónica
Provincial.
Su
fallecimiento el 14 de enero de 1931, cuando se encontraba en plena madurez
intelectual y acariciaba multitud de proyectos, supuso una gran pérdida para la
cultura provincial y le confirió la consideración póstuma de ser un auténtico
“maestro de cronistas”.
Cronista Oficial de la Provincia.
(1934-1969)
Al
fallecimiento del Cronista Cazabán y dado el prestigio con que don Alfredo
había revestido el cargo en los largos años que lo ejerció, hubo más de un
pretendiente para ocuparlo. A los pocos días del fallecimiento de Cazabán ya lo
solicitó –con fecha 3 de febrero- otro de los hijos del poeta Almendros
Aguilar, Octavio Almendros Camps (1879-1940), quien alegó aparte de su titulación
como abogado su condición de hijo de Almendros Aguilar. También lo solicitaron
el poeta y funcionario de Hacienda don Federico de Mendizábal García-Lavín, el
profesor don Manuel Mozas Mesa y el periodista y funcionario de Correos don
Luis González López.
Ante tan
dispares solicitudes, la Diputación, por acuerdo de 15 de septiembre de 1931
determinó “…que no se haga por ahora
nombramiento ni concurso alguno para cubrir dicho cargo y que se archive el
expediente…”.
Posteriormente,
con fecha 5 de junio de 1934, la Diputación resolvió designar Cronista Oficial de la Provincia a don
Luis González López.
Aunque nacido
en Torrevieja (Alicante) el 7 de abril de 1889, vino muy niño a Jaén con motivo
del destino de su padre como profesor de Dibujo al Instituto. Se tituló en
Magisterio, con premio extraordinario y posteriormente, en 1911 ingresó en el
cuerpo de Correos sirviendo distintos destinos y ejerciendo hasta su jubilación
en 1959 como Administrador Principal de Correos en la provincia de Jaén.
Con tan solo
catorce años comenzó a publicar en la prensa local, fundando varias revistas y
dirigiendo algunos periódicos. También hizo algunas asomadas al teatro y
escribió varias novelas y ensayos. Fue profesor en varios centros docentes y
ocupó multitud de cargos oficiales: secretario de la Real Sociedad Económica,
presidente de los “Amigos del Arte” y de la Asociación de la Prensa, miembro de
la Comisión Provincial de Monumentos, Comisario Local de Excavaciones
Arqueológicas… Intervino en la creación del Instituto de Estudios Giennenses y
durante muchos años fue presidente de su Sección IV (Literatura). También gozó
fama de orador pronunciando numerosas conferencias.
Deseoso de
continuar la labor de Cazabán, creó en 1944 la revista “Paisaje” que dirigió y
mantuvo hasta 1966, también con el subtítulo de Crónica mensual de la Provincia de Jaén. Su labor con esta revista
fue similar a la que Cazabán realizó con su “Don
Lope de Sosa”, una labor prácticamente en solitario y con un carácter
eminentemente divulgativo. En sus páginas González López se revela como un
asiduo cronista de su tiempo, lo que hace que “Paisaje” sea una revista
imprescindible en cualquier aproximación bibliográfica a los temas de Jaén.
Excelente
conversador y amigo de tertulias y cenáculos literarios, fomentó la relación
con otros cronistas españoles, interviniendo en la creación, en 1947, del
denominado Cuerpo de Cronistas Oficiales
de España, que aglutinaba a todos los cronistas españoles. Su labor se le
reconoció tributándole un afectuoso homenaje el 12 de mayo de 1951, en que se
le impusieron las insignias y medalla de Cronista.
Falleció el 27
de febrero de 1969, cuando ya la edad y los achaques le habían obligado a
reducir sensiblemente su actividad en la Crónica Provincial.
Cronista Oficial de la Provincia.
(1974-2006)
A la muerte de
González López volvió a plantearse una situación similar a la ocurrida con
Cazabán, pues fueron muchos los que trataron de acceder al cargo e incluso hubo
algún atisbo de suprimirlo, entendiendo que al contar la Diputación con un
órgano cultural propio como el Instituto de Estudios Giennenses, no era preciso
disponer de la figura del cronista.
No obstante y
tras no pocos avatares, la Diputación Provincial, por acuerdo de 20 de
diciembre de 1974, designó Cronista
Oficial de la Provincia al periodista don José Chamorro Lozano.
Nacido en
Jimena el 29 de enero de 1915, estudió Magisterio en Jaén y muy joven, en 1933,
comenzó a trabajar en la prensa local, siendo redactor-jefe del periódico El Eco de Jaén. Al crearse en 1941 el diario JAÉN, ingresó en su redacción,
compaginando sus tareas periodísticas con su trabajo en el Cuerpo Técnico de
Administración Local, ejerciendo hasta su jubilación como jefe de negociado en
el Ayuntamiento. Desde 1961 a 1975 fue director del diario Jaén.
Su labor
periodística le acercó a los temas históricos y literarios relacionados con la
provincia. Pronunció numerosas conferencias y pregones y coordinó muchas
publicaciones. Escribió un libro muy consultado, la Guía artística y monumental de la ciudad de Jaén, publicada en
1954. En 1960 se le nombró Consejero del Instituto de Estudios Giennenses y en
1963 académico correspondiente de la Real de la Historia. También fue
secretario de la Comisión Provincial de Monumentos.
A diferencia
de sus antecesores no promovió ninguna publicación específica sobre temas
locales, pues por su condición de director del Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, entendía que esa
necesidad estaba suficientemente cubierta por la Diputación. En el diario JAÉN mantuvo durante décadas una sección titulada Reloj de Sol, donde pergeñó con levedad periodística la crónica
diaria de los aconteceres provinciales.
Falleció el 15
de abril de 2006 tras larga enfermedad que le tuvo recluido durante años en su
domicilio y alejado de los ambientes culturales a los que tan asiduo fue.
A su muerte el
cargo de Cronista Oficial de la Provincia
quedó vacante sin que hasta la fecha se haya cubierto.
NOTA Y RUEGO. Para próximos números,
agradeceríamos a nuestros compañeros nos faciliten semblanzas y material
gráfico referente a quienes hayan desempeñado el cargo en sus pueblos.